Vall de la Ville’s short stories show the hidden side of the real. Her characters give life to humorous and ironic situations that, impregnated with pop culture references, tackle on relevant current issues as immigration, disarray and solitude, diversity, violence, love and the risks human beings run by simply being alive. Throughout the book, a woman looks for her lover at a hotel lost in the middle of nowhere in the US-Canada border, to find her using a cactus as musical instrument. An immigrant without plan A or plan B ends up in a little town in NJ and while navigating the new landscape discovers a Bermuda Triangle, receives an unexpected visit and finds in a Paul Klee tattoo the offer of a sense of warmth she had thought lost. A couple of punk rockers explore a savage city feeling that everything will disappear in a second, knowing that everything is disintegrating and will end in the explosion of a camera flash. Throughout the book these fragmented lives reconfigure themselves, give each other company and build for them and for the reader a tender invisible nation without certainties but full of possibilities.
Los cuentos de Keila Vall de la Ville muestran el lado oculto de lo real. Sus personajes dan vida a historias cargadas de sentido del humor e ironía, y guiados por referencias de la cultura popular contemporánea posan temas actuales tan relevantes como la inmigración, el desarraigo y la soledad, la diversidad, la violencia, el amor y el riesgo que supone simplemente estar vivos. Una mujer busca a su amante en un hotel perdido en la frontera con Canadá y la encuentra usando cactus como instrumento musical. Una inmigrante aterriza forzosamente en un pueblo de New Jersey sin plan A ni B y al navegar de trabajo en trabajo descubre un mundo paralelo en el que Triángulos de las Bermudas, una visita inesperada y el tatuaje de un dibujo de Paul Klee abren sus ojos a un país invisible donde halla la calidez perdida. Una pareja de jóvenes punk explora la ciudad nocturna más salvaje asumiendo que todo se esfumará, todo se desintegrará al tiempo de un flash. Una mujer busca sin éxito el motivo tras la muerte de su hermana, y encuentra la respuesta que busca en un faro rojo a las orillas del Hudson River. A lo largo del libro, estas vidas fragmentadas se reconfiguran, se hacen compañía, construyen para sí, y para quien lee una nación sin certezas poblada de detalles cotidianos y preocupaciones actuales: la ya conocida y arriesgada cosmografía de su autora.
El dolor adopta muchos aspectos en este libro, algunos modelados por los peligros de la vida contemporánea: las drogas, la violencia, los países que colapsan, las migraciones improvisadas hacia puertos de salvación que van revelando también sus precarios márgenes, sus soledades y sus tristezas. El de estos cuentos es, ciertamente, un paisaje alienado, “global”, en el cual los seres humanos luchan por identificar un hogar, una pertenencia. La literatura actúa, no obstante, como una tabla salvadora que llena el vacío con emociones e instala en él un nuevo principio de orden: el de la imaginación.
— Miguel Gómez, Venezuelan author and academic, University of Connecticut
Aquí existe un espacio nostálgico a destiempo, donde un mes viscoso puede permanecer en la música, en ciertas notas escritas, en el gentilicio venezolano, en el presuntuoso hábitat de aquel lugar donde la identidad múltiple se inserta, una dentro de otra, la más pequeña dentro de la más grande, como en un sueño matryoshka.
— Claudia Cavallín, Latin American Literature Today