De la misma manera que en el nuevo milenio los géneros sexuales languidecen, por fortuna, lo mismo ocurre con los literarios. Esta antología incluye cuento, poesía, crónica, ensayo personal y novela. Muchos de los textos están felizmente contaminados de uno y otro estilo.
Toda literatura es una experiencia. Salvo un par que publicó en los 90, este trabajo reúne autores que en casi dos décadas hicieron una obra en tierra norteamericana: algunos describen la relación con el país extranjero en el que viven; a la vez, los escenarios se extienden por el resto del mundo. Es decir: los escritores que ya están afincados no siguen necesariamente hablando de inmigración, indocumentados, etc. Ya lo hicieron y ahora tienen nuevas obsesiones.
Otro rasgo distintivo y acorde con el siglo xxi es la incorporación de mujeres. Subrayo: siempre estuvieron allí, pero las antologías casi no daban cuenta de ellas. Del total de 37 creadores, 16 son mujeres.
Esta obra es trans, también, por una sencilla razón: los autores son parte de esa biblioteca cada vez más grande que es la literatura escrita en español en Estados Unidos que construye puentes con las de America Latina y España. Son creadores de varias tradiciones.