Los relatos de esta colección giran en torno al mundo de las enfermedades, que es también el de los achaques, las discapacidades, el dolor, los males. Hay en Incurables enfermedades físicas y del alma, imposibles de rastrear. Traumas de infancia, conflictos familiares que nos marcan para siempre. Dolencias del cuerpo y de la mente. Males propios de cierta edad. El problema de ser diferente y salirte de los patrones de la normalidad. Procedimientos quirúrgicos, tratamientos forzados. Taras de nacimiento. Amputaciones. Y también deterioros, desgastes, trastornos y singularidades que no encajan con soltura en un mismo rótulo. No falta en este volumen el mal de amores con sus desperfectos y heridas abiertas. Ni faltan las prótesis, reales o metafóricas, con que algunos aprendemos a enfrentar la vida. Si emigrar siempre produce algún tipo de herida, los veinte relatos de Incurables muestran no sólo un variado conjunto de dolencias y males recreados por un grupo de inmigrantes latinoamericanos que oscilan entre la pertenencia y el desarraigo en los Estados Unidos, sino la capacidad de la literatura para retratar la violencia simbólica, los traumas de larga duración, las heridas que no cicatrizan. Y los gestos, los silencios expresivos, las miradas esquivas que quisieran, en el fondo y en la superficie, que el mundo fuera un poco mejor. Participan: Mabel Cuesta, Carlos Vázquez Cruz, Carlos Villacorta Gonzales, Claudia Salazar Jiménez, Vera, Melanie Márquez Adams, Naida Saavedra, Liliana Colanzi, Jennifer Thorndike, Oswaldo Estrada, Ramonjo Serra, Juan Vitulli, Azucena Hernández, Mariana Graziano, Daniel Quirós, Rey Andújar, Ulises Gonzales, Sebastián Antezana, Keila Vall de la Ville, Alexis Iparraguirre.